No es lo mismo autor y narrador: el autor es la persona real que escribió el texto y el narrador es una voz ficticia o personaje creado que nos cuenta las acciones o hechos.
Clasificación
Tomando en cuenta a Gérard Genette y su clasificación de los narradores, y según su participación en la historia (diégesis), los clasificaremos en dos categorías: narrador heterodiegético (no es parte de la historia) y narrador homodiegético (sí participa en ella).
Narradores heterodiegéticos
Entre los narradores heterodiegéticos encontramos al omnisciente y al objetivo (u observador).
Narrador omnisciente
El narrador omnisciente es como un dios que todo lo ve y todo lo sabe; puede narrar acciones, pensamientos y sentimientos de los personajes.
Ejemplo (fragmento de La metamorfosis):
Gregorio ya no comía casi nada. Sólo si pasaba por casualidad al lado de la comida tomaba un bocado para jugar con él en la boca; lo mantenía allí horas y horas y, la mayoría de las veces, acababa por escupirlo. Al principio pensó que lo que le impedía comer era la tristeza por el estado de su habitación, pero precisamente con los cambios de la habitación se reconcilió muy pronto. La asistenta, que siempre tenía mucha prisa, arrojaba simplemente en la habitación de Gregorio todo lo que, de momento, no servía.
Se observa que el narrador sabe todo lo que les sucede a los personajes e incluso informa de sus sentimientos.
Narrador objetivo
El narrador objetivo actúa como una cámara: registra y describe hechos sin entrar en los pensamientos o sentimientos de los personajes. No juzga; presenta los hechos con distancia.
Ejemplo (fragmento de Camilo José Cela):
Don Pablo extiende el periódico sobre la mesa y lee los titulares. Por encima de su hombro, Pepe procura enterarse. La señorita Elvira hace una seña al chico.
Nótese que el narrador describe lo que ocurre tal como una cámara lo captaría, sin interpretar estados internos.
Narradores homodiegéticos
El narrador homodiegético participa en la historia narrada. Dentro de esta categoría están el narrador testigo y el narrador protagonista (o autodiegético, cuando narra su propia historia).
Narrador testigo
El narrador testigo presencia los hechos, pero no es el protagonista; relata lo que observa sobre el héroe o personaje principal.
Holmes pasó junto a la sirvienta y se precipitó en la sala, seguido por el rey y por mí. El mobiliario estaba esparcido en todas direcciones, con estanterías desmontadas y cajones abiertos, como si la señora los hubiera vaciado a toda prisa antes de escapar. Holmes corrió hacia el cordón de la campanilla, arrancó una tablilla corrediza y, metiendo la mano, sacó una fotografía y una carta.
En este caso, la historia es narrada por Watson: participa y observa, pero el protagonista es Sherlock Holmes.
Narrador protagonista
El narrador protagonista cuenta su propia historia en primera persona; el centro de la narración es lo que le sucede a él mismo.
Una noche en que volvía a casa completamente embriagado, después de una de mis correrías por la ciudad, me pareció que el gato evitaba mi presencia. Lo alcé en brazos, pero, asustado por mi violencia, me mordió ligeramente en la mano.
Aquí el narrador nos relata hechos que le ocurrieron a él mismo.
Según la persona gramatical predominante, los narradores heterodiegéticos suelen emplear la tercera persona, mientras que los homodiegéticos (testigo y protagonista) suelen usar la primera persona.
Casos especiales
Existen variantes que no encajan perfectamente en los grupos anteriores, pero que resultan frecuentes e interesantes.
Narrador en segunda persona
El narrador en segunda persona coloca al lector como protagonista o realiza una autorreflexión dirigida al “tú”. Según el caso, puede funcionar como protagonista (autorreflexión), testigo o incluso adoptar rasgos heterodiegéticos.
Lees y relees el aviso. Parece dirigido a ti, a nadie más. Distraído, dejas que la ceniza del cigarro caiga dentro de la taza de té que has estado bebiendo en este cafetín sucio y barato. Tú releerás.
Perspectiva múltiple
La narración puede presentarse desde varias voces: diferentes narradores cuentan el mismo hecho según su versión. Esto se denomina perspectiva múltiple o enfoque narrativo múltiple. Un ejemplo extremo son algunas novelas de Faulkner, donde varios narradores relatan el mismo suceso desde distintas ópticas.
Todavía llevaban pantalón corto ese año, aún no fumábamos, entre todos los deportes preferían el fútbol y estábamos aprendiendo a correr olas, a zambullirnos desde el segundo trampolín del Terrazas, y eran traviesos, lampiños, curiosos, muy ágiles, voraces.
Este cambio de perspectiva puede incluso ocurrir dentro de un mismo párrafo.