El Simbolismo: aporte de los poetas malditos

Fines del siglo XIX: La literatura francesa está en manos del Romanticismo de Víctor Hugo y el realismo de Gustave Flaubert o Emile Zolá. Estos son sus últimos días pues surge el parnasianismo que niega el sentimentalismo y la objetividad de estos tiempos e inserta nuevos nombres en la poesía. Charles Baudelaire da origen a una nueva tendencia: El simbolismo. La modernidad llega con esta nueva generación de poetas que sepulta la descripción objetiva del realismo.
Antecedentes
La reacción del parnasianismo es clara: “El arte por el arte”: (l’art pour l’art”) de Gautier es su dogma.
Et les grands ours, blanchis par les neiges antiques,
Çà et là, balançant leurs cous épileptiques,
Ivres et monstrueux, bavent de voluptéY los grandes osos, blanqueados por nieves grimas.
Aquí y allá, mecieron sus cuellos epilépticos,
Ebrios y monstruosos, babeando lujurias oscurasLeconte de Lisle
Los versos son sintomáticos del llamado “mal de fin de siglo” que tiene como consecuencia al Decadentismo. “Dios ha muerto sentencia” Nieztsche delatando los cimientos, saberes y códigos morales occidentales. Shopenhahuer describe el pesimismo en esta nueva configuración económico social bautizada como modernidad.
El manifiesto simbolista
Fue el poeta griego Jean Moréas, quien inscribe el término con su texto “El manifiesto del Simbolismo” publicado el 18 de septiembre de 1886 en el periódico francés Le Figaro. Describe en él al movimiento como una reacción al realismo y naturalismo:
Enemiga de la educación, de la declamación, de la falsa sensibilidad, de la descripción objetiva, la poesía simbolista busca vestir “la idea” de una forma sensible.
El simbolismo no pretende ser declamado, no busca el gran público, ni tratar describir plenamente la realidad o la vida o la sociedad como lo pretendía el naturalismo de Zola.
El simbolismo deslinda del sentimentalismo del romanticismo, aunque extrae de él la subjetividad y el misterio, por esta razón se les denominó eventualmente junto a los parnasianos, posrománticos o románticos tardíos.
Definición
El simbolismo es un movimiento artístico originado en Francia que propone una literatura no descriptiva, sino sugerente. Se recurre a los sentidos con las imágenes sensoriales y símbolos, así la interpretación se vuelve más abierta. Se busca la belleza de la palabra. Tiene como enunciado: “No nombrar sino sugerir.
Características
El mundo ideal
Baudelaire, señalaba en su soneto “Correspondencias”:
La natura es un templo donde vivos pilares
dejan salir a veces sus confusas palabras;
por allí pasa el hombre entre bosques de símbolos
que lo observan atentos con familiar mirada.

Todo en la naturaleza es símbolo y representa un mundo ideal del que lo sensorial es solamente una copia. El mundo es como un bosque de símbolos por donde el hombre pasa. La Naturaleza intenta hablar al hombre a través de elementos simbólicos. Hay una correspondencia entre lo material y espiritual.
La sinestesia es un recurso utilizado: la palabra, a través de correspondencias sonoras se relaciona con los sentidos y crea imágenes sensitivas. La metáfora hace que el lector tenga un rol más activo, que «descubra el misterio de los versos», como decía Mallarmé.
La musicalidad
Los simbolistas buscaron la distribución armónica del sonido, el ritmo es el germen de las sensaciones. Para Mallarmé los ritmos de la palabra deben tener como guía la música que crea un ambiente psicológico o de sensaciones. El simbolismo valora no solo el significado sino la palabra misma que mediante la musicalidad presenta una imagen; cada timbre, cada vibración busca desnudar una esencia.
Wagner emplea la escala cromática en varias de sus composiciones, lo que le permite salirse de la tonalidad occidental a la que están acostumbrados nuestros oídos, es decir, tiene matices “atonales”. Esos momentos generan sensaciones de misterio, magia, un ambiente nebuloso. No es casual que Baudelaire o Mallarmé escriban sobre Wagner.
Análogamente, los simbolistas problematizan el verso alejandrino introduciendo los endecasílabos o versos impares tal como lo sugiere Verlaine en «Art Poétiqtie». De esta manera se rompe con la tonalidad francesa o el tradicional verso alejandrino, también se evade la puntuación. Las palabras se disuelven en una unidad difusa y sonora.
Sobre esto escribe Verlaine al iniciar Arte poética:
De la musique avant toute chose
Et pour cela préfere l’impair
Plus léger, plus soluble que l’air
Sans rien en lui qui pese ou qui pose
Prefiere la música a toda otra cosa,
persigue la sílaba impar, imprecisa,
más ágil y más soluble en la brisa,
que –libre de lastre– ni pesa ni posa.
Pero la propuesta no solo es de forma, Wagner ya defendía una concepción mística del arte, opuesta al materialismo de la época: “la música expresa directamente el lenguaje del alma, y aparece como la revelación de otro mundo”.
Renovación y perfección formal
El simbolismo experimenta con el verso libre en su búsqueda de ritmos nuevos frente a la métrica francesa tradicional. Esto se observa en Baudelaire con “epílogo” de Las flores del mal y más tarde en Rimbaud con “Marine” y “Movement” de Iluminaciones, publicado en 1886, año considerado como inicio del verso libre. Se busca la liberación de las cadenas del verso francés de 12 sílabas divididas en dos hemistiquios como este:
Or sunt li quatre frère | sus el palais plenier
Ahora la poesía podía desuscribirse de la métrica tradicional. “Cada poeta puede esconderse en su retiro para tocar con su propia flauta las tonadillas que le gustan” afirma Mallarmé quien junto a Rimbaud hace notar su obsesión por la búsqueda del verso perfecto. La obstinada revisión y corrección de sus poemas hasta quitarla de impurezas era una labor casi religiosa.
Lo infame
La llegada de la modernidad, término acuñado por el mismo Baudelaire, trae consigo el spleen o hastío. La mirada del poeta se torna hacia la fascinación por lo perverso que trae consigo una denuncia sobre esta nueva realidad gris del hombre moderno.
El misterio y lo infame, heredado por Baudelaire de Allan Poe a quien traduce al francés, es un elemento fundamental en sus obras. Lo grotesco y la perversión es descrito también por Rimbaud. Este malditismo no es solo parte de sus poemas sino se manifiesta con sus propias vidas: Los grandes representantes vivieron en la marginalidad de lo moderno, en el alcohol, absenta, opio, hachís y sífilis, la vida del poeta pasa a ser poesía maldita.
La sensualidad es otro tema simbólico, se presenta a la mujer como la fatalidad escondida en la belleza, la sexualidad es descrita sin inquisiciones, la obra de Baudelaire fue tachada de obscena y acusada por “ultraje a la moral pública”.
Es notorio también esta temática en la pintura simbolista, cuyas expresiones tienen los mismos principios.

Finalmente…
El simbolismo es una manifestación de las grietas de la modernidad. Los poetas perseguidos por la sombra de lo maldito que llevaron una vida marginal, donde solo parece importar la poesía, han establecido un espacio propio en la historia de la literatura.