El modernismo hispanoamericano
En esta artículo desarrollamos la primera corriente literaria que nace en América.
Contexto
A fines del siglo XIX se consolidan los procesos independentistas americanos, se desarrollan entonces importantes cambios: las sociedades tradicionales son impactadas por procesos de modernización debido a la llegada de capitales. Se ponían así las bases de la industrialización y de una estructura capitalista. El imperialismo político español será sustituido por el económico de los Estados Unidos. En Europa se produce un movimiento estético, sobre todo visual y decorativo que plantea una vuelta a las formas naturales de líneas ondulantes y sutiles: El art nouveau. Hispanoamérica se abre al mundo y deja paso al cosmopolitismo cuyo punto de referencia era Europa, se crea un arte nuevo, moderno, joven y libre que representara una ruptura con el realismo y el naturalismo. El Nuevo Mundo despliega el primer movimiento genuinamente hispanoamericano con que entraba el siglo XX: El modernismo.
Concepto
La denominación se debe a Rubén Darío, quien la utilizaba para llamar así a la “moderna” corriente artística que rompía con la literatura anterior. Lo nuevo se llamó “modernismo” que era precisamente poner al día la cultura y modernizar también el pensamiento.
El Modernismo es una corriente literaria desarrollada en Hispanoamérica aproximadamente entre 1880 y 1920, es el primer movimiento gestado plenamente en América. Como expresión de renovación literaria, muestra un gusto por el refinamiento de la forma y se manifiesta principalmente en la poesía. Se libera de la influencia hispana y toma su primera forma a la sombra de la poesía francesa.
Es necesario aclarar que la utilización habitual del término inglés “modernism” no se refiere a este movimiento, sino a lo que llamamos vanguardia.
Características
Dicho esto, podemos destacar las siguientes características:
- Sincretismo, pues asimila y sintetiza el parnasianismo y simbolismo, movimientos poéticos franceses.
- Toman la perfección formal y esteticismo o culto a la belleza del Parnasianismo. Gautier o Leconte de Lisle tenían un agudo sentido de la forma. La sacralización del arte era la manifestación más visible de liberación de todo condicionamiento moral, social o religioso. Gautier incluso escribió: «Nada es realmente bello a menos que sea inútil; todo lo que es útil es feo…»
- Toman la musicalidad del simbolismo de Verlaine, Rimbaud o Mallarmé, así la poesía posee gran sonoridad y predominio del color con imágenes sensoriales. El uso de la sinestesia o mezcla de sensaciones viene también del Simbolismo.
- Exotismo: El artista rechaza la realidad cotidiana, se buscan temas de misterio, encanto, y fantasía, también se evoca elementos orientales como chinerías o japonerías, o mitología griega o nórdica como palacios, cisnes o princesas.
- Cosmopolitismo pues toma en cuenta la cultura norteamericana o europea y se deja atrás la fijación en España. Este rechazo a lo provinciano es el reconocimiento de que las grandes urbes criollas podían y debían ser focos de una nueva cultura, altamente refinada.
- Elitismo: Tiene un sentido aristocrático del arte se empeña en registrar no los hechos de la historia humana, sino su constante anhelo de algo superior, la adoración de lo frívolo y la cursilería extravagante. Se evita la vulgaridad, el lenguaje es culto y refinado.
- Renovación métrica. Se utilizan versos medievales, que ya parecían olvidados, como el alejandrino, el dodecasílabo y el eneasílabo; con aportes de nuevas variantes al soneto. Se incorporan nuevos metros, estrofas y rimas. Se experimenta también con versos irregulares y amétricos, y se asoma al versolibrismo heredado del Simbolismo y de Walt Withman.
Representantes
Es importante señalar a los precursores del modernismo pues son los primeros que buscaron la renovación literaria, estos son: el cubano José Martí, que se sitúa entre el Romanticismo y Modernismo, el mexicano Manuel Gutiérrez Nájera, con un tono melancólico y a veces morboso erotismo, el peruano Manuel González Prada, quien toma en su poesía las formas francesas, el colombiano José Asunción Silva; próximo a la pompa modernista y creador también de poemas sentimentales, el cubano Julián del Casal, en cuya obra trasciende la musicalidad.
Son representantes del Modernismo hispanoamericano:
- El nicaragüense Rubén Darío, quien con su poemario Azul marca el inicio de este movimiento, es considerado el máximo representante del modernismo
- El uruguayo Julio Herrera y Reissig quien revolucionó el sentido de la musicalidad y del colorido modernistas. Su estética se acerca incluso a la Vanguardia.
- La lírica de Amado Nervo incidió sobre los aspectos musicales del verso y desdeñó todo ornamentalismo. Es una de las más sobrias del movimiento.
- En Argentina tenemos a Leopoldo Lugones, quien juega con el idioma para expresar sus sentimientos con lirismo e ironía.
- En Perú la vida de José Santos Chocano supera a su obra, vanidosamente declaró «Walt Whitman tiene el Norte, pero yo tengo el Sur»; vivió esa ilusión, pero no llegó a escribir lo que podría justificarla.
- Desde Colombia, Guillermo Valencia dirige su poesía hacia lo culto y refinado.
En Uruguay se presenta José Rodó, vinculado al arielismo, movimiento que revalora la tradición grecolatina. - Destaca también el argentino Horacio Quiroga quien trasciende por sus cuentos.
- Como parte del posmodernismo destaca Gabriela Mistral, con una voz muy personal, son sus temas la nostalgia, la naturaleza, la maternidad, la muerte y el dolor; evade el retoricismo modernista y apuesta por la expresión sincera sin dejar la musicalidad y pureza de la palabra.
El modernismo no es solo una corriente literaria marcada por su esteticismo. Es un cambio espiritual que tocó todos los aspectos de la vida hispanoamericana, desde la poesía hasta las artes y filosofía. Para entender el modernismo no basta definirlo, sino tener un contacto directo con su poesía.
Versión en video
Sonatina
Este es uno de los poemas más conocidos de Rubén Darío, puedes escucharlo en el siguiente video: