Para analizar la estructura externa o saber cuántas sílabas métricas tienen los versos de cada poema debemos conocer el uso de la ley de los acentos finales y las licencias poéticas.

Clasificación de versos

Los versos, según el número de sílabas métricas, se clasifican en versos de arte menor y versos de arte mayor.

  • Los versos de arte menor comprenden de dos a ocho sílabas métricas.
  • Los de arte mayor tienen nueve o más sílabas métricas.

Ley de acentos finales

La ley de los acentos finales o compensación silábica consiste en restar o sumar sílabas a los versos tomando en cuenta la última palabra de cada verso:

  • Si la última palabra es aguda, aumentamos una sílaba.
  • Si la última palabra es grave (llana), la dejamos tal cual.
  • Si la última palabra es esdrújula, restamos una sílaba.
  • Si fuera sobresdrújula (raro), restamos dos sílabas.

Veamos ejemplos:

Nos fijamos en la última palabra de cada verso y determinamos su tipo según la acentuación (las monosílabas al final cuentan también como agudas). Después anotamos las sumas o restas que correspondan.

Las licencias poéticas

Las licencias poéticas son libertades métricas que el poeta utiliza para ajustar el ritmo y la musicalidad de sus versos.

Sinalefa

La sinalefa es la unión de dos (o más) vocales contiguas pertenecientes a palabras distintas en una sola sílaba métrica. Es una licencia muy habitual en la poesía.

Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero

En estos versos, las vocales finales y iniciales de cultivo / una y como / en se unen mediante sinalefa. La h muda no impide la formación de sinalefas; también pueden darse sinalefas de tres vocales contiguas.

y hubo luz
luna o alba

Sinéresis

La sinéresis consiste en unir en una sola sílaba dos vocales que forman hiato en la pronunciación habitual. Se aplica para reducir el número de sílabas métricas cuando conviene.

La egregia sombra del creador de un mundo
Que en tierra teme que caerá la vida

En ese ejemplo se puede aplicar sinéresis en hiatos como crea-dor o similares para ajustar el cómputo silábico.

Diéresis

La diéresis separa dos vocales que forman diptongo, convirtiéndolas en dos sílabas métricas. Por ejemplo, en ruina (rui) la diéresis puede convertir el diptongo en vocales separadas.

Temer rüina o recelar fracaso
Con sed insacïable

En el segundo verso, la diéresis en insacïable permite contar una sílaba adicional.

Hiato

El hiato en poética es la decisión de no aplicar una sinalefa: se separan vocales contiguas en sílabas distintas, lo que aumenta el cómputo métrico.

De astas y rotas armas mal sembrada
Nuestra alma melancólica en conserva

En el primer verso se decide no unir de / astas (hiato). En el segundo se rompe una sinalefa previa en nuestra / alma.

Parecen conceptos complicados, pero con práctica se dominan. Para contar sílabas métricas seguiremos cuatro pasos.

Pasos para contar sílabas métricas

  • Primero marcamos las sílabas gramaticales, uniendo las sinalefas encontradas (la sinalefa es la licencia más habitual).
  • En segundo lugar aplicamos la ley de los acentos finales y anotamos en cada verso las sílabas que deben sumarse o restarse.
  • En tercer lugar calculamos el total de sílabas de cada verso.
  • Finalmente aplicamos otras licencias (sinéresis, diéresis o hiato) solo si es necesario ajustar el cómputo.

Veamos este poema de Quevedo para practicar:

A una nariz

Érase un hombre a una nariz pegado.
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante bocarriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egito:
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.

Francisco de Quevedo

  • Primero marcamos las sílabas gramaticales y las sinalefas correspondientes.
  • Luego analizamos las últimas palabras de los versos para aplicar la ley de los acentos finales.
  • En este caso aparecen principalmente palabras graves al final, por lo que no sumaremos sílabas.
  • Finalmente calculamos los totales y observamos la estructura del poema.

  • En este poema no hay ajustes adicionales; se aprecia claramente una estructura de versos de once sílabas métricas (endecasílabos).

Por lo tanto, A una nariz tiene versos de arte mayor, concretamente endecasílabos.

Analicemos ahora otros versos y sigamos el mismo procedimiento.

  • Hacemos el silabeo aplicando las sinalefas correspondientes; luego aplicamos los acentos finales. En el ejemplo de Eguren debemos sumar una sílaba en los versos que terminan en Estambul y azul (palabras agudas), por lo que anotamos “+1”.
  • Realizamos el conteo considerando esas sumas y, si procede, aplicamos alguna otra licencia.
  • El resultado muestra versos decasílabos o estructuras de arte mayor según el caso.

Pasemos ahora a estos versos de Góngora:

  • En ese fragmento puede ser necesario ajustar el primer verso con una licencia adicional. Por ejemplo, aplicar sinéresis en púrpureas o Galatea reduce sílabas; por lógica aplicaremos sinéresis en púrpureas y dejaremos Galatea intacta si forma parte de la rima.
  • Con los ajustes apropiados, el fragmento presenta versos endecasílabos y se clasifica como de arte mayor.

¿Por qué los poetas escriben de esta manera?

La intención de cuidar la métrica es dotar a los poemas de musicalidad y ritmo. La estructura silábica y las licencias poéticas ayudan a crear patrones sonoros que favorecen la estética y la expresión.

No todos los poemas mantienen una estructura métrica uniforme; cuando los versos varían sin patrón se habla de verso libre, que no se ajusta a un ritmo o rima fijos.